Ante la situación global que sufre la población mundial frente al COVID-19 al igual que el sistema sanitario mundial, desde la Clínica Adventista Belgrano notamos con gran preocupación la gran disminución de la llegada de pacientes a nuestra sala de Hemodinamia con síndrome coronarios agudos e Infartos Agudos de Miocardio. Esto constituye un problema de salud grave que está sucediendo en muchos países de distintos continentes y a lo largo de todo nuestro país.

 Los pacientes por temor al contagio del COVID-19 no consultan ante la presencia de síntomas de origen cardíaco y mueren en su domicilio o consultan tarde y llegan a los centros cuando ya pasaron muchas horas de dolor y el abrir la arteria del vaso que se tapó y causó el infarto ya no es efectiva para salvar el daño causado por el mismo, llevando en muchos casos a la insuficiencia cardíaca (falla en la fuerza de bomba del corazón para eyectar la sangre a los grandes vasos) o a la muerte en domicilio y/o a las pocas horas de la consulta.

 Por tal motivo pedimos a todos nuestra comunidad que ante la presencia de dolor en el pecho de más de 10 min de duración, dolor que puede ser de tipo opresivo (descripto como una pata de elefante en el pecho) de distinta intensidad que puede estar irradiado a brazos, cuello o espalda, deben llamar al sistemas de emergencias para que le realicen un electrocardiograma y chequeo físico a fin de descartar la presencia de un cuadro coronario agudo que necesite ser atendido en un centro asistencial como la CAB, con sala de hemodinamia,  para realizársele de ser necesario  una angioplastia coronaria.

 Recordamos que el infarto es producido por la obstrucción de un vaso coronario (causado por la ruptura de una placa de grasa dentro del vaso,) que le lleva sangre al músculo cardíaco y a través de la misma oxígeno y nutrientes para el normal funcionamiento de este. Cuando se tapa la arteria el paciente comienza con dolor de pecho y es fundamental tratar al enfermo dentro de las primeras 6 hs de comenzado el cuadro, ya que luego de este lapso las posibilidades de recuperación son muy bajas y la mortalidad muy alta.

 Aprovechamos para recordarle que los factores de riesgo que causan el infarto son la hipertensión arterial no controlada, el colesterol elevado, la obesidad, el tabaquismo, la diabetes y el sedentarismo. En estos días de cuarentena debemos no solo realizar el aislamiento social y preventivo con un adecuado lavado de manos asiduo sino también debemos evitar el cigarrillo, airear los ambientes, comer bajo contenido de grasas y bajo contenido calórico, evitar la ingesta de sal, así como alimentos pre-hechos y salados. Esto nos va a proteger del COVID 19 y de sufrir un Infarto agudo de miocardio, teniendo este último más mortalidad en caso de presentarse.

 Por tales motivos reiteramos solicitando a todos nuestros pacientes consulten con rapidez ante cualquier síntoma que pueda relacionarse con su corazón con el fin de ayudarnos a poner su vida a salvo.

Dr. Alejandro Cherro
MN83098
Jefe del Servicio de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista de la Clínica Adventista Belgrano