Sorprende leer el informe del CDC (Centro de Control de Enfermedades de EEUU) y enterarnos que el aislamiento social aumenta significativamente el riesgo de una persona de morir prematuramente por todas las causas. Un riesgo que podría rivalizar con el del tabaquismo, la obesidad y la inactividad física. En Estados Unidos, un tercio de los mayores de 45 años dice sentirse solos y un cuarto de los mayores de 65 años están aislados socialmente.
Este aislamiento se asoció a un aumento de casi el 50% del riesgo de demencia. Las relaciones sociales escasas se asociaron a un aumento del 29% del riesgo de enfermedad cardiaca y a un aumento del 32% del riesgo de accidente cerebrovascular.
La soledad en los pacientes con insuficiencia cardiaca se asoció a un riesgo de muerte casi 4 veces mayor. Es decir, nos advierte que no tener vínculos sociales, familiares, interacción con otros, nos enferma tanto como algunos de los factores de riesgos ya conocidos. Hay quienes llegan a decir que la soledad es equivalente en riesgo de vida, a fumar 15 cigarrillos x día. Entre otros efectos generaría estados de inflamación crónica que favorecen enfermedades cardiovasculares y nos hace más vulnerables a las infecciones.
Una vez que nos concientizamos de esta realidad queda en nosotros buscar efectivamente la manera de conectarnos unos con otros. Buscar fortalecer esos vínculos comunitarios, ser parte de grupos de encuentros según intereses en común sean culturales, solidarios, religiosos, deportivos, etc. Siempre estar atentos a personas que se encuentran solas, en particular los mayores.
El informe menciona que una de las formas de interactuar es ser parte de actividades solidarias, y hay estudios que muestran que los más beneficiados son aquellos que ayudan, por sobre los que reciben la ayuda.
El problema es real, pero la solución está a nuestro alcance. En definitiva, somos parte de un tejido social, en el que todos nos necesitamos. Nadie se salva solo, tampoco tu corazón. Usalo para conectar.
por Dr. Gustavo Ramos (MN87945)
Médico cardiólogo, Jefe de Unidad de Terapia Intensiva.
Médico cardiólogo, Jefe de Unidad de Terapia Intensiva.